"El exquisito arroz. Servicio muy amable, cordial y atento. El gran y muy familiar ambiente. La terraza y las vistas de la gran ciudad. Sólo dos peros. Un arroz caliente creo que debe venir todo abierto, emparejado y sin tener que manipular el marisco como la mancha está garantizada. Además, el espacio de mesa para dos es realmente ridículo. Algunas pulgadas más hacen que todo sea más cómodo. Todo lo demás genial. No suelo criticar, pero creo que el alto precio pagado los hace necesarios."