"A las afueras de Masueco está este gran restaurante hostal súper espacioso, ideal para reuniones. Sencillo en apariencia, se come bien y abundante. La pega que he visto es el tremendo ruido, que dificulta la calma y la conversación. Servicio diligente y amable. Muy buenas las patatas revolconas y la carrillada. Muy bonitos los cuadros de pinturas famosas y las fotos de paisajes."