"Restaurante pequeño con mucha parafernalia taurina y aire torero. Lo visité por recomendación y probamos el menú de unos trece euros. Magnifica relación calidad precio, las lentejas estaban de escándalo. Las raciones eran más que suficientes. El trato del personal maravilloso, un servicio atento y cordial que se agradece. El local estaba lleno hasta la bandera y visto que aprovechan hasta el más pequeño rincón puede resultar un poco agobiante. Lo peor los asientos que son unos simples bancos, a lo mejor un cojín lo podría mejorar, también me pareció un poco ruidoso entre la música y el personal pero desde luego es para volver , me he quedado con las ganas de probar algún platillo de los que ofrecen."