"Comí con mi pareja a finales de mayo en la Bodeguita de Retama bastante bien, chanquetes y acedías, con un servicio bastante rápido. La sorpresa al final fue que incluyeron un cargo de unos cuatro euros como Impuestos sin saber por qué sobre los precios de la carta. Pedí explicaciones al camarero y me respondió que bastante tenía con servir las mesas, que él no sabía nada del tema. Le reiteré que debían avisar a los clientes si los precios eran sin IVA, porque en todos los restaurantes los daban con IVA, y me soltó que aquello era una Bodeguita, no un restaurante. Estoy convencido de que el camarero no tenía culpa de nada, que era cosa del encargado, pero me parece un timo. Me fui con muy mal sabor de boca. Ahora acabo de leer un artículo en el que un abogado aclara que los precios han de ser CON IVA."