"¡Gran descubrimiento! El camarero, un amor. La terraza, fantástica y el servicio excepcional. Nada más llegar nos pusieron una aceitunas de bienvenida. Con la caña nos trajeron una tapa (pese a que sabían que íbamos a cenar ahí y el chico pidió que me hicieran una versión vegana para mí. La comida muy rica; lástima que la hamburguesa de quinoa se deshiciera bastante, pero vaya, el servicio y la buena energía del lugar lo compensaban. ¡Ah! Y chupito de la casa: un gran detalle. Repetiremos"