"Hay que esperar para conseguir mesa pero merece la pena. La decoración es muy bonita, con un ambiente un poco medieval. Hay mucho ruido, estamos abarrotados, sin duda estamos en una bodega española. En cuanto al servicio no hay nada de qué quejarse, los camareros son super amables y el servicio es muy rápido. Y en cuanto al precio, mi mujer y yo con nuestra hija de 4 años lo conseguimos por 10€ bebida incluida. De hecho, sólo se paga por las bebidas, además se sirven tapas, como suele ser el caso en Granada. Pero tenemos opciones en el menú, es genial"