"Restaurante perfecto para tapas. La variedad que ofrece en carta es muy amplia, desde tablas de ibéricos y embutidos, tapas frías y calientes, conservas a tostas. La calidad es bastante buena. Producto de calidad, bien elaborado, sabor tradicional al igual que la receta y con una presentación sencilla con un toque natural. Nosotros elegimos un variado de los platos más típicos y populares del restaurante: ajo arriero con cortezas de bacalao, ensaladilla rusa, titaina y humus. El ambiente del local es un puntazo. El local es bastante amplio y a pesar de que había bastante gente, al estar las mesas bastante espaciadas se podía hablar tranquilamente y no se forma mucho ruido. La decoración es perfecta acorde a la oferta gastronómica que ofrece, muebles restaurados con un ambiente vintage muy neutro y acogedor que te hace disfrutar en armonía de los platos. El servicio de diez, en todo momento estaban atentos de las mesas además de que son muy rápidos y serviciales. Una opción diferente, recomendable sin duda."