"Haciendo esquina este restaurante pequeño y acogedor tiene una sala en la planta baja con más mesas, a mí me ha ganado haciendo la carbonara como se hace, ¡no con nata! Puedes reservar, cierran a las 16:30 pero no es como otros sitios que te están echando y te sientes presionada. La cocina cierra antes de la hora y no puedes pedir menú después de las tres. Hay una escalera para bajar a la parte de abajo por lo que si tienen problema de movilidad tendrán que quedarse arriba, y ni habrá baño. Por el resto muy contenta repetiré sin duda"