"Estuve con unos amigos al mediodía un viernes, llegaron primero algunos y le dijimos que íbamos a tapear, por lo que nos dijeron que en la barra, que las mesas eran para comer. Nos pusimos en la barra, justo al lado del pescado expuesto y bien. El problema es que la barra no es muy grande y éramos unos 8. Todo el rato la camarera echándonos para un lado y para otro porque molestábamos. Todo el rato mirándonos con cara de pocos amigos y echándonos a un lado. Hasta que después de la segunda caña decidimos irnos, porque no nos dejaron sentarnos en una mesa porque íbamos a tapear y no a comer, pero tampoco nos dejaban estar en la barra, por lo que estábamos super incómodos y nos fuimos. Una lástima porque el pescado expuesto estaba muy fresco y tenía muy buena pinta. Por el trato que nos dieron, yo al menos no volveré."
