"He ido un par de veces ya, y he probado unos cuantos platillos. Ninguno me ha defraudado, sino que la maravillosa mezcla de sabores aún resulta inspiradora en mi memoria. A destacar: la ensalada marroquí y las carrilleras. Qué espectáculo. Qué sabor. Son las mientras escribo y salivo de solo pensar en ellas. El servicio amabilísimo, desde el momento de entrar y preguntar si se puede cenar sin reserva, hasta el camarero que me atendió en ambas ocasiones (Henry, si mal no recuerdo). Han pasado un par de meses desde la última vez que fui, quizás en breves me toca repetir."