"Un lugar de alto nivel, tanto por la calidad de la comida como por el costo (la relación calidad-precio es buena, pero prepárate para disfrutar y gastar en igual medida). La atención, en mi opinión, es excepcional. Nos atendió Manu, quien nos brindó un servicio cercano (sin exagerar en su simpatía) y nos dio excelentes recomendaciones sobre qué pedir. La comida fue exquisita, utilizando una materia prima de primera calidad tratada de manera espectacular. Probamos rabas, ventresca de bonito, merluza y para terminar, una increíble tarta de avellana. El lugar es incomparable, con vistas maravillosas. Muy recomendable."