"Una isla de cocina tradicional y gastronómica en una población inundada de restaurantes orientados al turismo. Un solo turno de cocina al mediodía, ya indica que el restaurante no está orientado a obtener dinero fácil con la rotación rápida de los clientes. A las 13:30 el local esta vacío, pero con el cartel de “completo”. Imprescindible reservar. Carta de cocina tradicional catalana, confeccionada con profesionalidad y cariño al producto. Y se nota en una clientela en la que abundan los clientes habituales. Tomamos una excelente “coca de ceps (Boletus) con cebolla y foie” , unos deliciosos “pies de cerdo” deshuesados, melosos. Y un fantástico “canelón de gallo de corral deshuesado”. De postre un sorprendente “Mazizo del Garraf”: bizcocho de romero, trufas y helado de “pasta de mona” (sic). Lo de “pasta de mona” no se traducirlo, se refiere a un postre típico catalán de Semana Santa: Bizcocho, con frutas glaseadas… Pero no se preocupe, solo hay que limitarse a dejarse llevar y disfrutarlo. Al igual que el “Borracho de malvasía” que también probamos. Para beber, un adecuado “Finca Viladellops” (19,50 €, 1,5 precio mercado) El servicio es rápido y correcto. La decoración agradable. No es adecuado para sillas de ruedas (Se accede a los servicios por una escalera). A mejorar: Solicitamos una tabla de quesos. Estaba compuesta por 4 quesos, pero dos de ellos, los más curados, en mi opinión no estaban en condiciones para ser emplatados. Habían evolucionado en exceso y se notaba a simple vista en el color marrón amarillento de los bordes exteriores y en su textura blanda. No nos quejamos cuando los sirvieron, porque estábamos disfrutando, y además nos comimos la parte interna de los quesos, pero lo indicamos tras pagar la factura, de 96€ (2 pax) Conclusión: En Sitges, como destino turístico, hay muchos restaurantes, y algunos son realmente buenos. La Salseta es uno de ellos, y tiene el valor añadido de la tranquilidad estando casi en primera línea de mar. Totalmente recomendable."