"Una experiencia espectacular, sin duda alguna directo al podio de nuestros restaurantes favoritos de Madrid. Cada elaboración de cada plato está mimada al detalle. Decidimos pedir de carta y nos encantaron los bocados del Japo Pani Puri y el wonton crujiente. Alucinante combinación de sabores y texturas. Pedimos como bocado fuera de carta el brioche de langosta, estuvo rico aunque no con el nivel de los anteriores. De entrante probamos el siete potencias y un plato fuera de carta que consistía en un tiradito de salmonete con leche de tigre. Flipamos. La calidad del pescado era sublime y el balance espectacular. Umami en cada cucharada. De plato fuerte compartimos las carrilleras de vaca melosa y también nos encantó. Para cerrar pedimos el mango thai que nos resultó una propuesta extremadamente curiosa. No empalaga nada y mantiene el lenguaje de contrastes con la acidez de los platos anteriores. Los chicos y chicas de sala encantadores, te explican detalladamente cada uno de los platos, sus elaboraciones e ingredientes. No podemos esperar por volver y disfrutar nuevamente."