"Pasamos una semana santa a cenar y la verdad de que lo primero que fuimos conquistados fue el tratamiento cercano de la camarera que nos asistió. super amistoso y amistoso. Pedimos hamburguesas de vacuno, muy sabrosa y carne de buena calidad y sabor. Además, ordenamos mejillones de vapor y algunos filetes fríos de carne con salsa de atún, delicioso! Creo que los mejillones tienen que trabajar en su sabor, vino sobrante y falta de sabor al mar. el gran postre! el pastel de orina es muy bueno, como la taza. ¡Nos volveremos porque nos encantó! local bien decorado, renovado y temperatura perfecta. El baño olía maravillosamente."