"Fuimos a Lila Lola dos veces, una vez para cenar y el último día en Valencia para almorzar (optamos por el menú fijo). La comida es deliciosa, con platos excelentes que cambian casi a diario. La selección de vinos es muy buena, con varios vinos locales (de la región de Valencia) y a precios muy razonables (alrededor de 20 euros por botella). Félix, que es el propietario y se encarga de los huéspedes, es increíble, súper amigable y crea una atmósfera muy agradable."