"Taberna muy especial a la que llegamos por casualidad. El ambiente es acogedor y el dueño es muy agradable, transmite calma y elegancia. Nos encanta su voz y su amabilidad. Es un lugar ideal para tomar tapas y unos vinos o cervezas, aunque no disponen de bocadillos o platos principales. Probamos la ensaladilla, el jamón, el queso y la sardina, además de bebidas y cafés. El precio fue de 12€ por persona y definitivamente volveremos, ya que llevan poco tiempo abierto y seguramente ampliarán su oferta. Nos sentimos muy a gusto."