"Fuimos recomendados a este chiringuito chic de Formentera en la zona de Migjorn y aunque el lugar merece la pena, la comida no estuvo a la altura. No somos expertos gourmets pero sabemos distinguir bien donde la comida es de calidad, donde la intención es cocinar rico y por otro lado, como es el caso, donde se dedican más al interiorismo, al marketing y las relaciones públicas que a contentar paladares. Decidimos probar varios platos en lugar de cenar sólo un tipo de arroz. Para empezar, las croquetas de setas son las mismas que venden en Barcelona en los supermercados Ametller Origen y que llevan la misma marca Nandu Jubany, que no están mal, pero nos pareció un poco cutre que te planten en un restaurante un producto de supermercado por cierto peor cocinado que cuando las hacemos nosotros en casa (estaban muy hechas, muy tostadas y además con exceso de grasa . El resto de platos, no fueron ninguna sorpresa, todos con una buena base de rúcula... y bastante sencillos y poco intensos de sabor, algo que podría hacer cualquiera en la cocina de su casa. La fritura, pues casi todo raba de calamar dura como la suela de un zapato, 2 pececillos boquerón o sardinilla no sé bien, dos o tres trozos de berenjena aceitosa mál harinada con la fritura suelta, todo grasiento, es decir uno espera variedad dentro de la fritura, que incluya diferentes pescados ya que cenas a pie de mar... Lo más destacable sin duda fué el postre de helado de queso fresco y nutella que estuvo delicioso! El servicio, muy entusiasta y motivado, amables y simpáticos, sin embargo, tienes la sensación constante de que están deseando terminar el servicio, pasaron como 3 o 4 personas diferentes por la mesa poniendo, quitando, poniendo, quitando... no se puede decir que sean lentos, eso desde luego. El diseño interior, sencillo, mediterráneo, acogedor y por la noche lleno de luces que hacen que sea un ambiente agradable. La música, pues Sabina y m-clan casi todo el rato... que bien, pero de noche pon algo chill-out, un background, paga un dj... En fin, no hace falta escuchar las canciones como cuando vas en el coche de viaje cantando... El acceso es bastante malo, un camino largo de tierra desde la carretera, en el que sólo cabe un coche de ancho, si llegas cuando el primer turno está saliendo, estarás haciendo rally con el coche un buen rato cediendo el paso, pasa tu ahora, ahora yo me aparto... a ver, es Formentera, pero todo hay que decirlo, no es un acceso amable. En resumen, un chiringuito como otro cualquiera, con un pequeño plus de creatividad que no justifica ni el precio ni el éxito que tiene si no fuera por el chef que firma la carta. Por cierto, el sistema de reservas es bastante pesadilla, se hace online, como quien reserva unos billetes de avión, tienes que dar la tarjeta de crédito, te advierten que si no acudes o anulas sin tiempo suficiente te cobrarán una cantidad fija por persona (creo recordar 25€ y luego te mandan un email antes de ir para que confirmes tu reserva etc. en fin, no es un restaurante de 300€ por persona, como para andar con tanta tontería... Por cierto que una vez haces la reserva te advierten (a posteriori que el ticket mínimo por persona es de 50€... a nosotros nos cobraron 96€ a los dos, supongo que les pareció mal sumar esos 4€ para llegar a los 100€. Si te sobra el dinero puedes ir a picar algo (no es incomible y hacerte un par de fotos de postureo, si quieres tener una experiencia culinaria, sorprenderte comiendo bien, hay mejores sitios en la isla."
