"Bajamos de ver las cuevas del Canelobre y decidimos parar a comer,a pesar de ser ya tarde,antes de volver a Alicante,que era donde estabamos alojados. Disponen de un parking bastante grande,y una terraza exterior igualmente bastante grande,en la cual se tiene que estar en verano,en la gloria comiendo o cenando. Entramos y nos atendieron amablemente,ya que estaban casi apunto de cerrar. Lo que mas nos sorprendio es que nos pidieron los certificados covid,y nuestros dni para verificar que fueramos los titulares de los certificados,se los enseñamos sin ningun problema,y nos sentamos,y nos trajeron la carta para que eligieramos la comida,y recuerdo que no habia muchas cosas,pero si cosas tipicas de la zona. Decidimos comer uno un filete de ternera empanado con patatas,y el otro chuletillas de cabrito,y para compartir una racion de queso frito,que nos la trajeron con mermelada de tomate,en vez de frambuesa,la verdad que estaba buena y nos gusto,no tardaron mucho en servirnos,pero el filete hay que reconocer que estaba un poco duro,y mas aun al estar empanado,y frito,y las chuletillas eran mas que nada hueso,y no tenian mucha carne,pero estaban ricas. Luego de postre pedi,un flan casero de huevo,y estaba muy bueno,y un cafe cortado. La camarera en todo momento,fue amable con nosotros,y nos atendio correctamente,a pesar de estar como he dicho casi cerrando a nuestra llegada. Pedimos la cuenta y abonamos con tarjeta. Recomendable,ya que por alli,a la bajada de la Cueva del Canelobre,tampoco hay mas sitios donde poder comer. Si volvemos por esa zona,repetiremos!!!"