Casa Carlos - Carta

Lugar muy acogedor, comida casera, trato cercano y correcto, muy recomendable. Sobre el precio en su medida, lo esperado y sin sorpresas

Ayer estuve comiendo la matanza , picadillo adobu y patatas fritas a sin olvidar huevos fritos todo riquísimo . Y los postres caseros ni os cuento increíble la tarta de turrón.

Los miercoles tienen fabada en el menu por 9 euros y esta de escandalo!! Tambien los domingos pero a otro precio. Las raciones riquisimas , caseras y el cafe de pota como tien que ser!!. Trato familiar...todos majisimos/as Ver carta

IR A COMER A CASA CARLOS, PARA MI Y MI MUJER. Es ir a disfrutar, de la comida, ese hígado, las cebollas, cachopinos etc. Y como no de la atención una pasada, estamos y nos sentimos en nuestra casa. Un beso para todo el equipo.

Casa de comidas familiar y sencilla que ofrece platos clásicos de esmerada elaboración tradicional. Especialmente destacables sus croquetas, su rollo de bonito, su fabada y su tarta de queso. Ofrecen una buena sidra y, ocasiones, café de puchero.

Si quieres saber que es una cocina de verdad asturiana, de las que ya casi no existen, prueba este sitio. Fíjate en la elaboración de los platos, en su honestidad, en la calidad del producto. Lo demás da igual. Y el precio es otra maravilla Cocinar así es casi imposible. Ver carta

Chigre de toda la vida! Allí está Eloína al pie del cañón, manejándolo todo! Tomamos cachopinos de calabacín, cebollas rellenas de bonito y pollo al ajillo, de postre tarta de frixuelos y tarta de turrón, todo buenísimo!! La sidra también muy buena. Además, muy buen trato y muy buen precio! Repetiré!

Muy bien atendidos en la terraza, comenzamos degustando una buena y jugosa tortilla. Posteriormente comimos unas excelentes cebollas rellenas de bonito, un buen cabrito y unos sabrosos escalopines. Los postres caseros (mousse de limón, natillas y tarta de queso) muy recomendables. Precio muy asequible

Típico bar/restaurante de pueblo, de los que quedan pocos.... está situado en Tiñana, donde la lglesia. Es un bar familiar. Cuenta con una parte de terraza que en verano presta por la vida. La comida es toda casera y está muy rica. Mía plato favoritos el cachopo de calabacín (imprescindible),el lacón (con sorpresa), cebollas rellenas... la verdad que está todo rico. Los postres son todos caseros, cabe destacar la tarta de turrón (para chuparse los dedos) y el Mus de limón. El trato es muy bueno, siempre atentos y pendientes de que esté todo bien y rico. Como aspecto no tan destacable, el murmullo constante, la gente habla muy muy alto en el restaurante, cosa que pasa siempre, unos suben el t... Ver carta