Goyo - Carta

Impresiona los tamaños de cada plato!!! Lo único malo es la cantidad de personas que quieren comer y eso que el local es grande con el tiempo de espera que conlleva.

Estupenda y abundante comida casera. Buenas carnes. Mejor sitio para ir en grupos para aprovechar y compartir el gran tamaño de los platos y postres. Por la zona se pueden visitar Sacedon, Pastrana,Corcoles...

Un buen servicio, generosas raciones y con muy buen sabor, recomendable 100 en cuanto al precio, mejor compartir platos que con hambre no os quedareis y os costara menos Y si encima sobra comida te lo preparan en un tape. Repetiré sin duda... Ver carta

Teníamos 9 personas 25 € por cabeza y sobras empacadas y para casa. muy recomendado el san jacobo, los postres caseros, la hoja y el flan de huevo que estábamos en la comida de los amigos era 9, la verdad los platos son geniales, la comida que se puede llevar a la izquierda. sala de descanso para el postre toda una delicia

Es para más de dos personas. Todo es para compartir. Pedimos dos refrescos, pan, carne san jacobo, jamón serrano y queso, 2 raciones de flan y 2 cafés y fueron 60 euros. Ojo, el flan entero cuesta 27 euros. Todo lo que te dan sobre el flan te lo cobran a medida que comes. En general, no estuvo mal, tal vez demasiado; si pidiéramos un plato más, sería mucho.

El Restaurante Casa Goyo prepara y sirve platos de la cocina típica castellana y mediterránea. Ofrece generosas raciones destacando como especialidad de la casa el morteruelo conquense, migas de la Mancha, perdiz escabechada, caza en temporada, bacalao con aromas de romero y bonito de orza con perfume de tomillo. También hay una gran variedad de postres y dulces como el flan casero y el sorbete de cava. Ver carta

No he visto nada así. Fuimos con algunos amigos que ya lo conocían y la primera vez que estuvimos allí no nos dieron crédito por cómo eran los platos, tan contentos. mientras vayamos de esa manera sabemos que al día siguiente no tienes que preparar comida o cena. a pesar del tamaño de los platos que se preocupan mucho por la calidad de estos productos, y la presentación de ellos. Así que los camareros son extremadamente hábiles y se aconsejan a sí mismos que si no puedes con lo que pides no hay problema, lo empacan y listo. Aquí te dejo algunas de las fotos que hice hace un par de noches. Lo recomiendo.

Este restaurante es famoso por sus enormes raciones, y cuando digo enormes, realmente lo son. Tiene un menú muy extenso, con todo tipo de platillos, pero una de las grandes estrellas es el san jacobo. Literalmente, con un san jacobo y dos entradas, comen bien seis adultos. Los postres siguen la misma línea. Pedimos una tarta de chocolate, lo que significa que te traen un pastel completo. Lógicamente, los precios están equilibrados con el tamaño de las porciones, pero si consideras esto, no resulta más caro que cualquier otro restaurante. Eso sí, no esperes una explosión de alta gastronomía. Es bueno, nada más que agregar.

Debemos visitar este restaurante cuando planeamos pasar por la zona de la ruta. Aunque esta última vez fuimos directamente a comer, ya que era domingo, reservamos por si acaso y menos mal, porque al poco tiempo de estar allí se llenó al 100%. La comida es excelente para compartir entre varias personas, y los postres son del mismo nivel, caseros y 100% originales. Esta última vez pedimos unas croquetas que, en cuanto llegó el segundo cachopo, ¡nos arrepentimos! Pesaba 2.5 kg, éramos tres, y aunque dos comieron bien, nos sobró la mitad. ¡Y ni hablar del flan! De hecho, han adaptado el servicio para que puedas llevarte cómodamente la comida que sobre. Ver carta