Teléfono: +34928812321
Dirección: Avenida De Naos S/N, 35509, Arrecife, Spain
Ciudad: Arrecife
Platos: 8
Reseñas: 1491
Sitio Web: https://www.cactlanzarote.com/es/restaurantes-cact-lanzarote/
"Estábamos alojados en Costa Teguise y queríamos un lugar especial para el almuerzo de cumpleaños de mi marido. La muy eficiente chica de la recepción del hotel nos recomendó el Restaurante Castillo de San José en las afueras de Arrecife. El Castillo de San José era un antiguo fuerte situado a la entrada del puerto para proteger la localidad. César Manrique, el arquitecto y artista que protegió su isla natal, la restauró de forma preciosa. En la parte superior se encuentra el interesante Museo de Arte Moderno y al bajar unas escaleras, ¡cuidado con las piedras volcánicas! Se llega al restaurante. Forma muy original, de madera de barco y enormes ventanales de cristal. Miras hacia el agua, frente a un jardín de rocas que corre hacia el mar...Magnífico. Nos recibieron unos camareros muy profesionales, nos dieron una muy buena mesa junto a la ventana. Había dicho que era una ocasión especial pero a veces no hace la diferencia y atendieron mi demanda de una tarta especial con interés y discreción. Empezamos con unas croquetas de calamar muy buenas y una ensalada de deliciosos tomates locales espolvoreados con aceite de oliva y sal marina local. Luego, mi marido comió un pescado blanco local llamado San Pedro. La pulpa estaba firme, cocida al horno con pimientos, cebollas y tomates tiernos frescos. Todo ello condimentado con salvia y tomillo frescos. Muy bueno de verdad. El pescado iba acompañado de las famosas papas arrugàs, unas patatas pequeñas cocidas con sal marina hasta que las arrugàs se arrugan y verduras frescas de temporada, con aceite de oliva y un poco de ajo. Yo esta vez opté por la carne y pedí una pequeña pierna de cordero, cocida a fuego lento con hierbas y miel. Se derritió en tu boca. Los guisantes dulces, las patatas nuevas y las zanahorias baby también estaban muy buenos. El pudin era un milhojas muy ligero, con una capa de nata fresca y otra de natillas. Delicioso. Esta vez mi marido tomó una copa de malvasía blanca local y yo tomé una copa de su tinto Rioja Reserva para acompañar el cordero. Pasamos mucho tiempo después del almuerzo, bebiendo nuestro café mientras los barcos llegaban y salían del puerto frente a nosotros y la gente seguía viniendo a tomar café, té y disfrutar de la vista. Una experiencia maravillosa..."
Todos los precios son estimados.