"Teníamos muy buenas referencias sobre este restaurante, pero la verdad es que no cumplió las expectativas. Una mesa de 8 personas 6 adultos y 2 niños no pueden tener la mala suerte de encontrar tantos problemas... Pedimos un principiante para compartir el triplet de carne y no había txistorra el menor de nuestros males en un restaurante junto al mar... . Nos compensaron agregando más cantidad a las dos parrillas mixtas de pescado y mariscos. Todo estaba bien hasta que notamos que el atún sabía algo ácido que normalmente no es una buena señal en un pez. Le dijimos al camarero que lo intentó y nos dijo que no era bueno. Nos compensaron por segunda vez al traernos un plato con atún bien marcado con un sabor espectacular, como debería haber sido inicialmente. La persona que parecía ser el gerente vino a la mesa para disculparse y explicarnos por qué el pescado no estaba en buenas condiciones. Después de la explicación y un espectáculo con una langosta de 2 kilos que uno miraba en buen estado, fresco; ; más platos llegaron a la mesa: algunos nachos para los más pequeños, cerdo ibérico con diferentes salsas, pulpo trenzado altamente recomendado y el freído mezclado. De este último, vale la pena destacar su pequeña cantidad ya que uno de los comensales lo había ordenado en una ocasión anterior y se sirvió más cantidad. Nos había recomendado para dos y podría haber sido perfectamente un plato de una persona... Era el momento del postre y sólo los niños ordenaron queso en el que, continuando con la serie de desgracias catastróficas, encontraron un pelo dentro de la masa... en ese momento de la noche y, aunque la comida era bastante deliciosa, lo único que queríamos era olvidar los problemas que habían surgido así que ordenamos una jarra de ginebra"
