Hostal Panart - Carta

Restaurante de carretera con buena comida, quizás un poco caro el menú del día.

Buen servicio y rapidez. Buen ambiente y buena comida. Excelente relación calidad precio.

Lugar familiar muy sencillo y acogedor. Se preocupan por qué quedes satisfecho con su servicio. Ver carta

Excepcional, todo buenísimo, comida casera y un trato de lo más cercano. Las vistas del pueblo mientras comes un lujo.

Veníamos de Francia y paramos a comer y la experiencia fue muy gratificante, restaurante muy familiar y comida de calidad.

Se come de lujo. Las judias buenísimas y el entrecot al roquefort de vicio. Todos los postres caseros, yo probé el flan con nata y buenisimo. Personal super amable. La próxima vez merecerá la pena ir por los pirineos sólo por entrar a éste restaurante. GENIAL!!! Ver carta

Paramos aquí en nuestro tour por los Pirineos. La habitación estaba limpia pero un poco pequeña y la falta de aire acondicionado no fue bienvenida dada la calor. Sin embargo, el precio era bajo así que no podemos quejarnos. La cena en el restaurante fue muy buena de hecho. Personal muy amable e increíblemente grandes porciones de excelente carne a precios muy razonables. ¡Incluso el cruasán que sirvieron para el desayuno era enorme! ¿Qué más se puede pedir? ¡Muy recomendado!

Siempre que visitamos Bielsa, hacemos un punto de comer en el Restaurante Hostal Panart. Desde la cálida bienvenida hasta la excelente comida cocida en la barbacoa interior, es un placer que no se puede perder. Dos palabras de advertencia, 1 sé temprano (a la 1 p.m. ya que se llena rápidamente, y 2 asegúrate de dejar suficiente espacio para las enormes porciones. Por ejemplo, si pides sopa, te darán una enorme sopera llena y una cuchara solo para ti. Todos los demás platos son enormes, ya sea primero o segundo plato. Ten cuidado.

Fuimos allí para almorzar. El lugar se ve como el lugar donde la gente viene a comer. Hasta ahí todo bien. El servicio es terrible, mal educado y falta de respeto. Caminan mucho con las manos vacías (movimiento browniano típico) y fingen que no te ven. Primero nos hicieron esperar mucho tiempo por una mesa, incluso si había una vacía. Luego, tuvimos que esperar mucho por el siguiente plato. Más tarde, después del segundo plato, el camarero indiferente preguntó: ¿café o algo? y se olvidó de limpiar nuestra mesa. Dijimos que queríamos postre, que era parte del menú. Lo comimos acompañado de los platos sucios. Es la primera vez que experimento algo así. He leído que el menú incluye frutos secos... Ver carta