La Zilla - Menú

Callos con garbanzos, arroz con costillas, bacalao, carrilleras... Tre men do ¡Y a qué precio!

El propietario/cocinero (Cipri) nos trató de maravilla y todo lo que comimos estaba muy rico. ¡¡Muy recomendable!!

Me ah parecido un sitio increible!,Todo muy agradeble,un ambiente espectacular,el servicio excelente y la comida perfecta, cada vez que vaya a becerril ire a este sitio sin duda alguna!!!

Restaurante para comer de carta o menú, pidas lo que pidas no te puedes equivocar, la comida es excelente. Los postres caseros incluidos junto al café en el precio del menú. El dueño/cocinero muy amable.

Fuimos el 23 de abril de 2024, el sitio estaba lleno y a pesar de eso sirvieron rápido y con agilidad. Comimos unos callos con garbanzos y un pisto de primero y de segundo lechazo y bacalao, de postre flan y tarta de yema, todo casero y muy rico. La atención muy buena.

La cena fue terrible. Había solo unas pocas opciones para elegir: cordero, pollo, pescado y alguna otra cosa. Probamos cordero y pollo con ensalada, vino blanco y vino tinto. Todo fue servido en pocos minutos. La pierna de cordero en un plato, flotando en grasa y con unas pocas patatas ahogadas. La ensalada consistía en tomate, lechuga, cebolla y aceite. El vino estaba bien. No era de nuestro agrado. El total costó 55 euros.

Hicimos una parada aquí para comer mientras ciclábamos por el Canal de Castilla. El restaurante y el bar son frecuentados regularmente por los amigables locales con quienes entablar conversación. La comida era excelente y las porciones demasiado grandes para mí. Excelente servicio por parte de la dueña del establecimiento, precios muy razonables y sin sofisticaciones innecesarias. Buena atmósfera rural, el mejor lugar del pueblo según los lugareños.

Si quieres disfrutar de la auténtica cocina española en su máxima expresión, simplemente debes comer aquí. El rabo de toro es sublime. El hombro de cordero cocido lentamente es maravilloso, tan tierno y sabroso. El vino de la casa es perfectamente aceptable y los precios son razonables. Disfrutamos de la atmósfera ligeramente desaliñada y de la calidez de la bienvenida cuando llegamos en una noche de invierno amargamente fría. Hicimos un punto de comer aquí nuevamente cuando regresamos a la zona unas semanas más tarde. No nos decepcionó. Muchas gracias.

Todas las personas con las que nos hemos cruzado de Berrecil nos han recomendado venir a comer a La Zilla, y así hemos hecho. En lo que fue antiguo depósito de cereales y otros enseres de la contigua Iglesia de San Miguel se sitúa ahora un restaurante con corte de mesón. Hemos comido el menú de fin de semana, y para llegar en un día festivo de plena Semana Santa, el servicio ha sido correcto y rápido. Al final, lso responsables nos han contado un poco de historia del lugar y parece que con eso, la comida cobra otro sentido. buena carta de vinos, y el menú muy bueno con platos Muy castellanos entre los que sobresale el lechazo.