Mesón Martín - Carta

Un clásico que no defrauda, raciones muy abundantes y bien hechas, mejor ir entre semana por el bullicio que se forma en el local que está casi siempre lleno.

Siempre que voy a Zaragoza voy porque es un excelente restaurante, con muy buena calidad en su producto, buena ambiente y un trato familiar. Lo recomiendo siempre

Buena materia prima y excelente atención. Sergio, responsable, al tanto de casi todo. El personal que atiende, diligente y eficaz. Es de fiar. Recomendable del todo. Ver carta

Un servicio excelente en concreto al camarero joven que suele estar en terraza y el gerente se preocupa por su gente y se nota, comida y entrantes de 10 solemos frecuentar el sitio y cada vez más agusto

Abarrotado local y terrazas completas, tiene muchísima parroquia y con razón. Fuimos por sus caracoles, pero nos convencieron mucho mas sus croquetas y sus salmueras, aunque estas últimas me gustan mas con un poco de ajo

Me encantó, los camareros estupendos, atentos y simpáticos Nos tocó un chico que estaba de extra, súper majo y atento . En relación a la comida muy bien elaborada y buena calidad . Lo malo, es que resulta muy difícil poder reservar . Ver carta

Siempre que voy me atiende Jorge, un chico joven. Es un encanto, sabe recomendar muy bien los platos y raciones, siempre te atiende con una sonrisa. Es muy atento y servicial. Repito todo los viernes. 10/10 por Jorge y el resto del equipo.

Ambientación muy acogedora tanto en el comedor interior como en la terraza. Trato cordial y amable. Se recomienda realizar una reserva previa porque suele tener mucha demanda. En este caso, nos hicieron un hueco en plena hora punta. La bodega es amplia y viaria da, un detalle que siempre cuida el Mesón Martín. La comida es de primera calidad. Cualquier plato que se escoja es una apuesta segura. El precio es acorde con la calidad del servicio ofrecido. Ideal para ir en pareja, en familia o con amigos.

Comida para 4: croquetas xl de jamón, chipirón a la andaluza con alioli (obviamente casero), huevos rotos con foie, carpaccio de picanha madurada (sublime) y lechazo al horno (de llorar de rico). Teníamos muchas ganas de probarlo y muchas expectativas, todas han quedado más que satisfechas. El servicio espectacular también, con cercanía, dando recomendaciones tanto de comida como de bebida, siempre atentos... Un must de la gastronomía en Zaragoza y, sin duda, volveremos. Pd: lo único flojico de la comida la ensalada de tomate con ventresca y puntas de espárrago, pero son los primeros tomates de temporada así que es normal Ver carta