Meson Sorrosal - Menú

Muy bueno todo. Pedimos el menu del dia y estaba todo muy rico. Los camareros miy amables. Repetiremos y recomendaremos

Servicio rápido. comimos en la terraza la verdad de que había gente y nadie se quedó sin comer. menú y carta. el muy buen pastel de queso. lo que para mi sobra en los platos era el orégano.

el menú era muy variado y hecho en casa sin demasiadas pretensiones pero ricas, y eran muy atentas, la atmósfera era acogedor y nos servía muy rápidamente. También está en medio de la ciudad.

amplia variedad de platos muy elaborados, excelente calidad de comida y servicio rápido. Postres caseros, excepto el pastel de chocolate. el agua que sirven es de grifo, filtrado, pero de grifo.

Comida casera muy rica. Llamamos para avisar que no llegábamos a la hora de la reserva y nos esperaron hasta las 17:00 para servirnos. Muy buen servicio y buena relación calidad precio. Volveremos sin duda!

El servicio es encantador y detallista. En cuanto a la comida, las pizzas, en mi opinión, no pueden ser consideradas caseras cuando la masa es precocinada. Para salir del paso está bien, pero no volvería a pedir las pizzas.

La atención que recibimos fue excepcional. Los meseros fueron muy amables y la comida estaba deliciosa. Definitivamente es una parada obligada después de visitar Ordesa. Como sugerencia, si tienen brownie de postre, ¡no duden en pedirlo!

Impresionante, desde el primer plato hasta el postre, excelente servicio a pesar de la multitud que había, probamos los tallarines al pesto, los canelones de carne, el solomillo con cebolla, la longaniza de Graus, un hojaldre con nata y una cuajada con miel. Sin duda, es un acierto parar y comer aquí.

Llegamos a las 14h (sin reserva). El camarero, muy amable, nos pasó a la barra y nos informó que en 5 minutos nos prepararía una mesa. Así fue. El menú diario valía 19,55€ y el camarero nos informó que a parte de lo que constaba en la carta, habían varios platos que estaban incluídos en el menú y no salían en ella. De hecho pedimos lo que nos aconsejó (que entraba en el menú y no salía en la carta) Canelón de espinaca, riquísimo. Habichuelas rojas... aún me estoy relamiendo. Jarrete de cordero asado, espectacular. Incluso el vino de mesa, una botella de Castillo de Montearagon, para mi gusto, muy bueno para ser de gama barata. Si vuelvo a pasar por Broto, seguro que repito.