"Llegamos a Cas Sabino para comer algo y después de pedir las bebidas, el camarero nos informó que la cocina estaba cerrada. Estaba bien para nosotros, pero estábamos un poco decepcionados porque queríamos comer. El camarero fue muy amable y se disculpó. Después de unos minutos, trajo un par de snacks a la mesa (aceitunas y cacahuetes) que no habíamos pedido, se disculpó de nuevo. Pensamos que eran gratis, ya que es costumbre en algunos bares en España ofrecer un pequeño aperitivo cuando se toma una bebida alcohólica. Cuando pedimos la cuenta, se la pedimos a una señora que trabajaba allí, ya que el camarero anterior no estaba. Ella trajo la cuenta y al revisarla, nos dimos cuenta de que nos habían cobrado por los snacks. Al preguntarle a la señora por qué nos cobraron por ellos cuando no los pedimos y ciertamente el camarero no nos informó que teníamos que pagar por ellos, ella literalmente se volvió loca y nos acusó de mentir, se volvió muy agresiva conmigo, tanto que mi esposo tuvo que intervenir y mi pobre madre tuvo que entrar al bar para hablar con uno de los dueños y explicar lo que sucedió. Estaba tan molesta por ser llamada mentirosa que pedí que viniera el camarero para aclarar que no estaba mintiendo. Convenientemente, ya se había ido. Lo más impactante es que cuando le pregunté si era la dueña, me dijo que sí. Estoy completamente sorprendida por la forma en que fui tratada por esta mujer. No tiene modales y carece de cualquier servicio al cliente. Al final, no nos cobraron por los aperitivos (incluso esta mujer llegó al extremo de rasgar la cuenta donde estaban listados), pero los habríamos pagado si esta mujer no hubiera reaccionado de la manera en que lo hizo. No lo recomendaría y nunca volvería."
