"Excelente. Es más grande de lo que parece desde la carretera, tiene mesas en el jardín, en una terraza, en otro espacio cubierto pero ventilado y creo que había más en el interior. Cuenta con un hermoso mirador al pantano. La comida es muy rica. Pedimos una ensalada de queso de cabra, con hojas variadas y frutos secos, aunque no había nueces, eran avellanas, por disponibilidad; y de segundo, trucha a la brasa. Mi padre comió una costilla con salsa barbacoa. Los baños estaban muy limpios y la atención fue excelente. Tienen menús de varios precios si prefieres la carta. El de 15 no parece incluir más que los dos platos, bastante sencillo. Pero el de 22 tenía una muy buena oferta. También había otro de 35, que ya depende de los deseos después de haber caminado por el monasterio de piedra."