Paco Sidreria - Carta

Mal servicio, pésima calidad de menú del día. Asturias en un sitio maravilloso. No pierdan el tiempo aquí.

Raciones extremadamente pequeñas para su precio y mucha prisa por escanciar sidra constantemente. No volveremos.

Pequeño local, con aparcamiento fácil en la calle. Buenas sidras, la comida rica y según que abundante, bastante rápido sirviendo. Eso sí los precios altos. Ver carta

Muy caro, muy aparente la presentación pero muy poca cantidad por ración y ademas mal cocinado (pulpo duro, fritos con pisto también, etc) . Sin duda pa ra no repetir.

Encontramos este restaurante de camino a otro sitio y fue una grata sorpresa tanto por la calidad de la comida como por el trato del camarero Ismael Sin duda para repetir

Nos cobraron 5'50 € por el pan,que era congelado y ni siquiera lo pedimos,las raciones pequeñísimas y carisimas (ej: racion de pimientos de padrón 7 euros,y eso era lo más barato),no lo recomendaría a nadie, Asturias esta lleno de sitios muchisimo mejores Ver carta

Fuimos a tomar una botella de sidra y el trato recibido muy pésimo cuando le pedimos que nos echara un culin pequeño (ya que nos estaba sirviendo unos tanques), la respuesta del camarero fue:no voy estar viniendo aqui a la mesa cada 2x3... Sin duda no volveré.

El camarero de la barra se dirigió a mi con muy malas palabras acusandome de recoger cosas de una mesa y no dejar al camarero hacer su trabajo. Lo mejor fue que cuándo la persona que realmente había recogido la mesa se identifico el camarero de barra siguió increpandome a mi. Era la primera vez que entraba ahí y por supuesto será la ultima. Si no estan preparados para atender un público que busquen un trabajo donde los demás no tengamos que pagar su malhumor

Menú del día. Cierto es que no se puede pedir una excelente calidad en los platos por el precio de los menús, pero al menos se espera que pueda comerse... Cuando a las cuatro de la tarde, muerto de hambre, no puedes tragarte aquello que llamaban ¿arroz? ¿chuleta? es que algo se está haciendo rematadamente mal. Se devolvieron todos los platos, se pidió la cuenta antes de pedir postre, y el camarero ni preguntó... Imagino que no le hacía falta preguntar nada. Horrible es decir poco. Cuesta intentar hacerlo peor a propósito. Ver carta