"Fuimos a DeBarros guiados por las reseñas, buscando tapas caseras en Almendralejo, cosa que no hay. Carta sin ningún tipo de mención a alérgenos, el secreto parecía salchichas a trozos, la tapa (gratis) era un cuenco de vinagre con tomate y patatas cocidas (muy fuerte, ninguna de las 4 mesas que había en ese momento, parecían verlas tocado) y para terminar, el aseo masculino muy sucio para ser las 13.30 horas. Muchas veces guiarse por las reseñas no sale bien. NO RECOMENDABLE"