"La comida exquisita, pero el camarero me sirve la comida y no me deja terminar, me apaga todo, luces y aire, me cierra todo y hace un comentario detrás de la barra con voz más bien alta, cito textualmente: me está viendo y se la pela tío!! Me levanto y me voy por vergüenza, si era hora de cerrar, que lo diga como se lo dijo a una chica que entró 10 minutos después de mi, si no puedes servir yo lo entiendo y me voy a otro sitio a comer, pero eso no se hace, y digo justo el sitio y el día para que se sepa el camarero, 25 de agosto al mediodía, en Écija, Sevilla, centro comercial n4. Seguiré comiendo en el pomodoro porque me encanta, pero ahí no vuelvo más. De vergüenza."