"Después de tres años de ausencia, volvimos a visitar a los padres y la comida tradicional de la primera noche siempre es en el sheriff. A poca distancia de donde nos alojamos y a una distancia asombrosa de casa. El primogénito ha estado soñando con la sopa de cebolla desde nuestra última visita, y por lo que dicen, no decepcionó. El cónyuge tuvo croquetas y yo tuve una ensalada de pimientos asados, ambos excelentes. El segundo hijo tuvo pan y mantequilla untado con alioli y aún olía delicioso al día siguiente. Papá inhaló los mejillones; 'muy buenos', mientras que la mamá experimental tuvo pan de ajo. No pregunté cómo estaba, es pan de ajo. Mi plato principal fue un pincho de cerdo con papas fritas y ensalada. Me sentí como Zorro, era una espada excelente. Aunque el pollo al ajo del cónyuge estaba 'bien, no había suficiente salsa'. Los niños tenían una pizza margarita cada uno, que estaba bien, pero como dijo el primogénito 'vas al sheriff por la sopa, no por la pizza'. Mamá tuvo una lasaña aceptable (un poco líquida) y papá un filete a la pimienta. No hubo postres porque dejaron de servir la crema catalana hace unos años. El cónyuge estaba furioso. Necesitan traerla de vuelta porque era increíble. Luego tomé un café irlandés que estuvo genial. Me hizo girar, lo cual no auguraba nada bueno, ya que luego salió el schnapps después de la comida y nadie más que yo los quería. De hecho, mamá y el cónyuge enviaron al pobre hombre de vuelta por su vodka de caramelo favorito. Así que tomé tres chupitos de schnapps de durazno (y no era de la variedad Archers) y dos de manzana. Como señaló el primogénito, 'no necesitas beberlos, papá'. ¿Y qué? Pelea conmigo. Un regreso triunfal con pequeñas quejas y esperando nuestro regreso."
