Sant-yago - Carta

platos tradicionales con un punto de innovación. la tortilla de patatas con chicharrones en su punto de cocción exacto y muy sabroso. precio competitivo. el comedor en la planta superior olía mucha cocina. Buen servicio.

muy buena oferta, gran comida y diferentes vinos para elegir. el jefe merece un 10, explica el producto y un buen conocimiento de los vinos que vende. Los empleados también son buenos. Volveremos la próxima vez que estemos en esta ciudad.

Buena materia prima. La croca de ternera estaba muy buena y el pulpo sant yago con ese toque diferente de los más ricos que probé por Galicia. Los pimientos muy ricos, los calamares no estaban mal pero fue lo que menos nos gustó. Camarero muy agradable. Y precio en la media de los bares de la zona. Ver carta

lugar donde la excelencia, es su producto para que la gente, que sabe cuidar de todo lo que sucede con su casa alfónica y toda esa gran familia que sabe cuidar el origen. no cambien sobre todo para dejar espacio para ese pastel de queso blanco. gloria como el porche. rico a su pan. y el mejor precio gracias

Sant yago es un restaurante en la zona turística de santiago, al principio nos impresionó su pequeña terraza pero una vez dentro nos dimos cuenta de que no habíamos equivocado. la hermosa, encantadora y agradable camarera; la excelente atención y la comida ya es la bomba todo un placer. Volvería al mismo lugar si volviera a Sanago.

Fuimos en familia a comer sin haberlo buscado demasiado . Espectacular trato, servicio y comida . Pedimos zamburiñas, mejillones, caldo , ensaladilla y croca con tomate a la Provenzana. Todo riquísimo!!! De postre una tarta de chocolate con helado de nata y chocolate caliente y una tarta de queso buenísimas . Sin duda totalmente recomendado y repetiremos !!! Ver carta

Un auténtico placer. Buscábamos algo típico de Galicia, pero sin dejar atrás la calidad y el buen precio, y realmente dimos con el sitio perfecto. Sant Yago es un restaurante sencillo pero donde cada plato sale con mimo. Relación calidad-precio excelente, y sus camareros en especial, Ubaldo), unos auténticos cracks! lo que redondeó la experiencia). Ni que decir tiene la increíble localización del restaurante, a escasos pasos de la alameda o la mismísima catedral...

Entramos de casualidad escapando de la lluvia y nos pareció un local encantador. Tomamos, la primera vez, unos vinos, y enseguida el propietario, al advertir nuestro acento andaluz, nos dio conversación y nos recomendó lugares para visitar en la ciudad.Volvimos a los dos días, ya a caso hecho, y comimos como reyes. Muy recomendables los chipirones a la plancha y las sartenes, ya sean de huevos o de jamón. La atención por parte de los camareros muy correcta y profesional. Volveremos en cuanto tengamos ocasión de ir de nuevo a Santiago.

Eso es genial. En medio de la zona turística pensamos que era uno más. Sólo intentamos comer algo para cenar porque habíamos comido tarde y abundantemente. Fuimos acariciados por algunos crías pero no quedaron en absoluto: el pulpo Sant y Espectacular (las papas son de otra galaxia) y la ensalada de cecina de vacas muy buena. abundantes raciones con excelente pan. el alfonso más hábil estaba interesado en saber si todo era de nuestro gusto y aunque ya no podíamos darnos para probar el pastel de queso: increíble. diferente y muy bueno. Ver carta