"Hacia muchos años que no iba a un restaurante de Salvador Alari, siempre había comido bastante bien, pero me prometí que no volvería porque en uno que regentaban delante del río cerca de los campos elisios, su Sra Esposa que no irradia simpatía nunca, nos hizo un trato muy desagradable,en una celebración de cumpleaños en la que además de comimos muy mal. Siempre he pensado que esta Sra no era apta para el trato al público, en todos los restaurantes que ha regentado el matrimonio, he tenido la misma sensación, esa vez ya acabo con mi paciencia y creo que no soy la única que opina lo mismo. Dicho esto, fui al que tienen en la actualidad y muestro mi opinión, fueron unos amigos los que se encargaron de la reserva, sin saber donde habían decidido ir. Comimos bastante bien y tuvimos la suerte de que la Sra en cuestión no nos atendió en ningún momento, solo la vi pasar por allí, al final de la comida. Nos tomo nota Salvador y nos atendido un camarero muy profesional. Todos los platos nos gustaron, a excepción del Salteado de cigalitas de Vilanova con cebolla crujiente, que no nos acabo de convencer. El jamón correcto, aunque no pusieron pan de Cristal como mencionaban en su carta, los calmares Romana buenos, aunque la ración muy justa. Lo mejor los segundos, Solomillo de ternera ECO brasa con escalopa de fole al Oporto, espectacular y Paletilla de cabrito al horno al estilo de Aranda de Duero con fondo de patata y cebolla, estupenda. Y por último los postres también nos encantaron. Recomiendo el lugar, siempre y cuando tengáis la suerte que no os atienda con cara de pocos amigos la Esposa del propietario y Chef"
