"La única parte positiva del lugar es que el personal fue encantador y servicial. Sin embargo, dentro se siente como un café; las sillas son incómodas y no caben debajo de las mesas, así que tuvimos que sentarnos de manera incómoda para comer. La cocina no parece muy higiénica, ya que pudimos ver a los chefs y lo que estaban haciendo. Pedimos 5 platos de tapas para compartir y fue decepcionante. Cada plato costaba entre 5 y 7,50 euros, y todos eran alimentos fritos congelados, muy insípidos y básicos. Pedimos mayonesa/ketchup solo para tener algo de sabor. Las patatas fritas, los rollitos primavera y los anillos de calamar estaban bien, como se espera de comida de congelador, pero las croquetas de pollo eran horribles, y las Patatas Bravas no eran más que papas fritas congeladas con una salsa horrible al lado. Quedamos muy decepcionados y a partir de ahora investigaremos antes de sentarnos a comer en cualquier otro lugar."
Todos los precios son estimados.