"Aprovechando que teníamos cita para ver la espectacular Geoda de Pulpí, hicimos un alto en el camino para comer. Buena elección.Tomamos un menú muy completo a un precio adecuado compuesto de una ensalada, tortitas de calabacín, esponjosas, con un sabor increíble, se notaba la elaboración casera. De segundo pedí conejo a la brasa, churruscaito por fuera y tierno por dentro, muy rico, patatas caseras de guarnición y de postre una mousse de limón también casera y abundante. Fuera de menú pedimos unos crepes de marisco. Espectaculares. El formato recordaba más a unos canelones pero igualmente caseros y sabrosos.La dueña tuvo un gran detalle, al marcharnos, nos obsequió con unos bombones y dulces navideños hechos por ella, como todo lo anterior... Se nota el amor y el buen hacer con el que elabora todos sus platos.El sitio también nos gustó mucho, no hacía buen día y comimos en el interior enfrente de un gran ventanal desde el que se veía la terraza y jardín que seguro que los días de sol debe disfrutarse al máximo de una comida, un tardeo, una cena...La camarera que nos atendió fue muy amable y simpática. Se notaba que estaba orgullosa de su jefa porque nos contaba como desde temprano ya estaba en la cocina elaborando estás exquisiteces incluso con algunas recetas de su abuela..."