"Es una experiencia culinaria y visual fantástica. El paté de capracchio, muy bueno, los mejillones, la fritura de pescado..., la tarta de queso en el horno es solo para que vengan a comer aquí. Y las vistas, insuperables. El puerto, fenomenal. Los arcos de pesca, se ve la playa de los placeres. Es como estar en un barco. Y si es un día, se ve la lonja, la entrada de camarones, el pescado. la subasta. Fantástico. No lo ves en ningún otro lugar del mundo. Recomiendo."