"Ese es un tesoro escondido. La ubicación es inmejorable, justo frente a la playa. Tienen una terraza grande y encantadora, almorzamos al aire libre. Fue un día soleado y perfecto. El restaurante estaba completamente lleno, y su respuesta a eso fue excelente. Teníamos una reserva a las 15h15, y nos sentaron solo 7 minutos más tarde, incluso con una larga cola de personas esperando. El servicio fue rápido y eficiente. Para almorzar compartimos varios de sus platos clásicos: 'garotes', vieiras, 'espardenyes', ‘cloisses’, ‘navalles’ y mejillones. Todos de excelente calidad. Como plato principal, disfrutamos de su 'paella negra', también una de sus especialidades. Para beber, sorprendentemente, tenían en su carta de vinos, el ‘cava rosat’ Perles Roses de Naveran. Como postre, su ‘gelat de ratafia’ también estaba delicioso. En resumen, pasamos un gran momento allí."