"Fuimos a comer tres amigos. Fuimos atendidos muy bien. Nos escucharon hablar de las croquetas y nos ofrecieron una cata fuera de carta. Pedimos una croqueta de cada tipo para cada uno: una de vieiras con trozos sin triturar que le daban una muy buena textura, una de bacalao en su punto perfecto y una de chipirones en su tinta, un poco faltas de sal, pero sabrosas. Las tres estaban muy buenas, pero si tuviera que elegir, me quedo con las de vieiras. Pedimos la ensalada de crujientes y gulas, que estaba realmente deliciosa. Venía con un taco crujiente de una especie de mousse de espinacas, frutos secos y salsa caramelizada de Módena. Como plato principal, pedimos un arroz de ajos tiernos y chipirones. Pedimos 4 raciones para 3 porque teníamos hambre y aun así no sobró nada, así que recomendaría pedir otro entrante para quedar satisfechos. El arroz estaba muy bueno, suelto y con azafrán en vez de colorante, lo que le daba un olor y color deliciosos. La cantidad de aceite era la adecuada. Lo sirven en la mesa y puedes comer directamente del paellón. Para beber, elegimos una botella de tinto de Valladolid, Prios Maximus Pesquerade Duero. Nos lo recomendó el dueño y también estaba muy bueno. De postre, pedimos la tarta de oreos y el flan de café. Eran dulces y ligeros, nos los terminamos por completo. Quiero destacar el trato recibido. ¡Volveremos seguramente!"