"Estábamos en Castro Urdiales y pese a la gran oferta gastronómica, lugares de muy buena pinta y otros de pinchos muy buenos, se nota que tienen mucha gente del País Vasco allí, no encontrábamos sitio para que pudiese comer la niña. Al final vimos los menús en la puerta y vimos que era de dueños vascos y que la niña podría comer bien y entramos ya que el menú diario, calidad-precio, tenía bastante buena pinta. El lugar es un restaurante de los de toda la vida de menú, no tiene florituras ni decoraciones modernas ni nada, pero estaba lleno de trabajadores, por lo que mal no se iba a comer seguro. Optamos por el menú del día y la comida estaba buena, las raciones demasiado para mi gusto pero es la tónica general que me he encontrado en Cantabria. El servicio fueron muy amables, atentos en lo que les pedimos y sinceros a la hora de decirnos qué postres eran casero y cuáles no. Veo que hay valoraciones de todo tipo, acerca del servicio de la comida y demás. En nuestro caso no puedo poner peros en cuanto entras a un local y ves el ambiente y de qué va el restaurante. Si vas a un restaurante de menú diario no puedes pedir por el precio que pagas calidad de 5 estrellas, en fin cada uno tiene su opinión."