"El primer fin de semana de marzo estuvimos en Córdoba un grupo de amigos conociendo la ciudad y los alrededores y cada día después de las jornadas intensas de turismo y paseos, terminábamos en La Cuarta, en la terraza pues el tiempo acompañaba, tomando y picando algo. Nos sorprendió como un establecimiento relativamente pequeño se molesta en dar un buen servicio a sus clientes, no solo eficiente sino también muy profesional y de calidad. El camarero, Juan, era atento, con un dominio de la psicología hacia el cliente tremendo, y un gran barman. Su arte sirviendo la mesa, con agilidad y elegancia, desde luego no tiene precio. Desde luego que en una próxima ocasión, allí volveremos, pues son estos pequeños lugares los que quedan siempre en el recuerdo de un viaje. Muchas gracias, en especial a Juan (no se desprendan nunca de profesionales de su talla)."