"El restaurante muy bien decorado y ambientado. La atención excelente. Todos los platos que pedí, gustosos y la presentación de ellos invitaban a probarlos. Solo tengo una queja y ella tiene que ver con mi condición de ir en silla de ruedas; aclaro y abundo en el tema: Antes de que lo remodelaran, la entrada con silla de ruedas era perfecta. Yo era asidua al restaurante anterior. Ahora, que es hermosísimo y todo lo demás perfecto, siento que entro por la puerta de servicio. El acceso por el lateral del restaurante es improvisado para quienes tenemos minusvalía, han hecho una puerta para que podamos entrar los que vamos en silla de ruedas previo AVISO por nuestra parte , de manera que aunque todo lo demás fue excelente, en la entrada me sentí disminuida, una sensación que por ley está legislada para que los discapacitados, no sintamos que somos una clase inferior a la hora de acceder a los servicios. Debo decir, que pese a ello, volveré a ese restaurante, que resulta hermoso aunque la entrada lateral resalte mi condición de discapacidad. Una simple pregunta: ¿Con tanto dinero que se gastaron en su remodelación, no recordaron que en las zonas turísticas hay muchas personas mayores en sillas de ruedas? La última estrella que no les asigno, se debe al motivo de queja. Dejo constancia fotográfica, de por donde entran los minusválidos:"