"en zarautz la noche de junio nos recomendaron visitar y comer el día siguiente; el pueblo de getaria y el restaurante elkano. Llamamos y no recibimos una reserva, el restaurante era una completa decepción, pero también iríamos a getaria. Llegamos, estacionamos los coches en el puerto y empezamos a escalar encantados con todo lo que estábamos viendo. Y mírate donde al final de una escalada, enfrente estaba el restaurante elkano. Como soy muy exigente y han hablado tan bien con el restaurante, decidí insistir y finalmente hablar con el aitor, me enseño las reservas de ese día, era casi imposible comer ese día. Finalmente con su tremenda empatía y bondad, llegamos a un acuerdo. Podríamos comer de inmediato y cuando nos fuimos a las tres. A una hora llegamos al restaurante, desde ese momento en el milagro de conseguir una comida inolvidable. aitor recomendó lo que valía la pena comer, lo escuchamos, y comenzaron a llegar diferentes platos de sabores mágicos y la colofona era el rodaballo, era tan bueno! el viaje fue terminado, todos regresamos a la vida. Pero siempre estaremos agradecidos al aitor por ayudarnos a tener una de esas comidas, de las cuales cada vez que nos encontremos con el grupo, lo recordaremos como un pequeño milagro de sabores y armonía."