"Reserva para 2, viernes por la noche. Local muy bien acondicionado y con una decoración que destaca. Servicio lento al principio, aunque luego el ritmo se recuperó. Variedad corta de cervezas, pero servidas en finas copas de cristal. Optamos por: pan de masa madre con aceite de tomate seco y alioli de mango. Delicioso al paladar, sabor suave. Croqueta líquida. Increíble combinación de sabores. Muffin de solomillo. Para repetir mil veces, tiras de atún tiernas y sabrosas. Quizás el plato menos espectacular, maceración cítrica excesiva que hace imposible evaluar la calidad del producto. No lo repetiría. Tartar de carne. Presentación fuera de lo común, dulzura y correcto equilibrio de sabores, pero su precio es algo alto. Vale la pena probarlo al menos una vez, pero no sería uno de mis preferidos. Tiramisú. Como postre, nos dejamos asesorar por David, el dueño, y fue un acierto. Nada que ver con el tiramisú habitual. Maridaje: sangría de cava. Podríamos decir que es un agua de Valencia, solo que se sirve en un recipiente que llama la atención. Aunque es cierto que su precio es algo elevado, hay que tener en cuenta que se entiende como un cóctel y se sirve en formato de un litro, más que suficiente para toda la cena. Precio total €50/pers. Teniendo en cuenta la elección de varios de los platos más caros del menú. Se puede cenar por mucho menos y de manera satisfactoria. Repetiremos sin duda, ya que tuvimos platos destacados como sus famosos huevos rotos o su ceviche de lubina. Recomendación: reservar en el salón. Tiene terraza exterior e interior. Tienen el detalle de entregar toallitas húmedas al traer la cuenta. Tuvimos la oportunidad de conocer al propietario y él es un claro ejemplo de la disposición de entregarse a cada cliente."
Baozi
