"Llevábamos mucho tiempo oyendo hablar bien del restaurante, aunque siempre con la coletilla de que era un poco caro, y quisimos comprobarlo por nuestra cuenta. Y la verdad es que tenían razón. El local está muy bien decorado, la ambientación es excelente, el trato de todo el personal es exquisito y la comida no tiene ningún reproche, pero todo eso se puede obtener en otros lugares de la zona por menos precio. En cuanto a la comida, empezamos por una deliciosa sardina ahumada sobre salmorejo (este último estaba espectacular). Continuamos con unos originales buñuelos de carabineros rebozados con camarones, que merece la pena. Y después tomamos un rabo de toro de retinto (el trozo grande estaba demasiado duro y se quedó mucha carne pegada al hueso) y un sanjacobo de ibérico con queso payoyo (lo encontramos excesivamente grasiento, seguramente por estar elaborado con pluma de ibérico). Terminamos tan llenos que no pudimos probar los postres. Incluyendo las bebidas y un par de copas de Pedro Ximénez, pagamos 47€ por persona, lo que para mi gusto está ligeramente por encima de lo que habría sido lo adecuado."