"Un lugar encantador, las habitaciones monísimas y la decoración, detalle de la propietaria, muy cuidada. Con mi esposa pasé un fin de semana en Garray y no me equivoqué al alojarme en este lugar. La dueña, Elena, una persona la mar de atenta y dulce y Gema, que nos atendía en el desayuno, igualmente atenta y pendiente de los mínimos detalles. A nuestra entrada el viernes por la noche, se nos informó con todo detalle del funcionamiento, desde los horarios de desayuno hasta donde podíamos cenar ya que el servicio de restaurante , por las fechas, no funcionaba. Al no funcionar el servicio de restaurante, me quedé con las ganas de provar sus platos. No lo duden, no tardaré en regresar con mi familia!!!!!"