"Como digo en el titulo, una grata sorpresa. Viernes noche, llegamos a Madrid tarde y sin conocer la zona. Esta en el lateral de un centro comercial lleno de restaurantes de grandes cadenas y este era como el contrapunto al resto. Pequeño, coqueto, elegante, personal atento, amable, con ganas de agradar. Y la comida...riquisima. Recomiendo el revuelto de morcilla con manzana que te quedas con ganas de mas y las brochetas de pollo, racion como para dos. Tenian una salsita de miel espectacular. Sin duda lo recomiendo. Para volver. Ah, y el precio genial. Unos diez euros por persona, con un plato cada uno, dos rondas de bebidas, un postre y los tes del final. Se merece el cinco, sin duda"