"Una agradable sorpresa dentro de un pueblo que tiene una oferta gastronómica quizá demasiado uniforme. Tiene muchísimas opciones veganas y vegetarianas y utilizan muchos ingredientes bio y tienen un montón de detalles sostenibles como las servilleta de papel recicladas y reciclables. Utilizan su propio AOVE, que repercute en unos platos con un sabor increíble. Tiene unos precios muy ajustados para ofrecer unas raciones tan abundantes, especialmente los shawarmas y hamburguesas. Probamos la harira, deliciosa y auténtica. También probamos un baclava y una limonada que tenía mantequilla de postre, riquísimos. Todo muy rico, auténtico y con precios más que asequibles. Recomendamos reservar porque para cenar, aunque tiene la terraza, hace frío y el interior no es enorme (eso sí, es calentito y con una decoración llena de detalles). Imprescindible comer o cenar allí si pasas por Órgiva."