El Rincon - Carta

Típico de Melilla pero los pinchos distan mucho de lo que fueron

Las tapas con las consumiciones están super bien preparadas y los pinchos morunos una pasada que hay que probar si o si.

Animado bar/restaurante que sirve excelentes pinchos que han sido marinados antes de ser asados a la parrilla. Servicio eficiente y amigable. Terraza exterior junto a la sinagoga. Ver carta

Una cena genial El personal muy atento profesional y amable, los pinchitos morunos de lo mejor que he probado nunca, el resto de la comida muy buena calidad. Los postres buenísimos.

Visita indispensable cada vez que voy a Melilla. Todo está buenísimo pero no os podéis perder el bouquet de queso, la pastela de pollo y los pinchos morunos (los mejores que he comido). Y lo mejor... ¡¡el postre!! el ¡cous cous dulce! La atención del personal, ¡de 10!

Comida buenísima!!!! A destacar los pinchos que están magníficos con gran variedad de carne y pescado. La pastela impresionante. Y las bravas muy buenas. También buenos postres. Lo único que con las bebidas se pasan con el precio, una cerveza sin del botellin pequeño 3 eurazos. Ver carta

Si quieres probar comida melillense, te recomiendo este sitio. Hemos probado el cuscús de ternera y varios pinchos, estaba todo muy rico. El cuscús dulce también nos sorprendió. Estuvimos en el salón del fondo y muy tranquilos. Es aconsejable reservar. ¡Gracias a Mari Carmen del Museo Etnográfico por recomendarnos este sitio!

Me ha parecido un sitio con encanto. El camarero que nos ha atendido ha estado muy atento. Nos ha dado por cuenta propia varios platos para probar. La comida indiscutiblemente deliciosa y sabrosa. No sabría elegir cual de los platos que he probado me gusta más. Hasta el pan que ponen está bueno. No vivo en Melilla. Cuando vuelva, repetiré

Un excelente restaurante en el corazón de Melilla, España, en la costa norte de África. La comida está maravillosamente preparada, tan sabrosa y abundante. Pedí media ración de langostinos y verduras a la parrilla. ¡Excelente! Mi hermano pidió pinchos de diferentes carnes. Perfectamente condimentados y tiernos. El ambiente es muy acogedor. Nuestro camarero era Sufian. Se preocupó bien por nosotros, nos trajo tapas gratis con nuestras bebidas y una ración de su propia versión de patatas bravas para probar. El postre era para morirse, un regalo marroquí. ¡En resumen, una experiencia excelente! Muy recomendado si te encuentras en Melilla. Ver carta