"Había mucho ruido en el restaurante: niños gritando, mesas llenas de grandes grupos de adultos y adolescentes de 13-14 años. Preguntamos si podíamos cambiar de mesa a una más alejada de todos ellos y, aunque nos dijeron que sí después de que la camarera consultara con un superior, fuimos nosotros quienes tuvimos que mover todas nuestras cosas de la mesa (cubiertos, platos, etc.). La comida era aceptable, aunque he estado en buffets de sushi en Málaga que son mejores y un poco más baratos."